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Lina Pohl

Representante de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en México

Biografía

Lina Dolores Pohl, de nacionalidad salvadoreña, ha desempeñado papeles destacados en la gobernanza y la promoción del medio ambiente a lo largo de su carrera. Como Viceministra de Medio Ambiente y Recursos Naturales de El Salvador, encabezó iniciativas como el establecimiento de la Presidencia del Fondo de la Iniciativa para las Américas y la Presidencia de la Red de Comités Nacionales MaB y Reservas de la Biosfera de Iberoamérica y el Caribe (IBEROMAB). 

Sus contribuciones se extendieron a diversos consejos y comisiones, como el Fondo de Inversión Social para el Desarrollo Local (FISDL) y la Corporación Salvadoreña de Turismo (CORSATUR).
La dedicación de Pohl a las causas ambientales continuó en su cargo de Ministra de Medio Ambiente y Recursos Naturales, en el que desempeñó un papel fundamental en la propuesta del Decenio de las Naciones Unidas sobre la Restauración de los Ecosistemas 2021-2030, aprobado posteriormente por la Asamblea General de las Naciones Unidas. Su liderazgo ha recibido reconocimiento internacional, como la prestigiosa Orden Nacional de la Legión de Honor de Francia por sus esfuerzos durante la 21ª Conferencia de las Partes en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP21).

Antes de ocupar su cargo ministerial, Pohl fue Directora para América Central en la Fundación Heinrich Böll, donde supervisó la implementación estratégica y la coordinación regional. Además, participó activamente en los esfuerzos humanitarios desplegados tras la devastación causada por el huracán Mitch en 1999.

La trayectoria académica de Pohl es igualmente destacable, ya que obtuvo una licenciatura en Sociología en la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA) y cuenta con maestrías en Ciencias Sociales, por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) en México, y en Economía, por la Universidad Autónoma de Madrid (España).

Actualmente, presta servicios como Representante de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en México y sigue impulsando el avance del desarrollo sostenible y los esfuerzos de conservación del medio ambiente en la región.

Preguntas y respuestas

¿Qué experiencia personal ha determinado o inspirado su trayectoria?

América Central es una región con una enorme diversidad biológica y una de las cinco regiones megadiversas del planeta. Desde muy joven he disfrutado de la naturaleza, los humedales, los bosques, los paisajes terrestres y marítimos, y he aprendido a valorar su riqueza. Sin embargo, en los últimos decenios no solo hemos sido testigos del deterioro de los recursos naturales, sino que también hemos sufrido en primera persona las amenazas y los efectos del cambio climático, que ponen en riesgo los medios de subsistencia y el bienestar de las personas. 

Eso me hizo pensar en cómo podía lograr un efecto directo e influir en esta situación y en cómo recuperar lo que habíamos perdido, porque en verdad creo que es posible. Podemos restaurar los humedales, al igual que otros ecosistemas y paisajes. 

Solo debemos buscar soluciones y alternativas, una tarea a la que he dedicado los últimos 25 años de mi vida. Sería un sueño hecho realidad poder tener un “corredor de biodiversidad” en lugar de un “corredor seco”; estoy segura de que lo lograremos. Es por esta razón que, como Ministra de Medio Ambiente de El Salvador, dirigí el Decenio de las Naciones Unidas para la Restauración de los Ecosistemas 2021-2030. 

Al principio resultaba un poco intimidatorio decir “Encabezaremos esta iniciativa”, ya que El Salvador es un país pequeño, y puede pasar desapercibido en el mapa para algunas personas, que incluso ignoran dónde se encuentra. Pero comprendimos que todos formamos parte del mismo planeta. Teníamos que asumir ese compromiso y no importaba si éramos un país pequeño. No podemos evadir nuestra responsabilidad: o tomamos medidas en este próximo decenio o no podremos hacerlo en el futuro. 

Al final resultó una experiencia más estimulante que intimidatoria. La iniciativa marcó mi vida porque, aunque se trataba de una iniciativa de una ministra de un pequeño país, pudimos obtener respuestas y apoyo de muchos países y regiones. Lo más sorprendente fue que grandes países nos animaron a seguir adelante con la iniciativa, lo cual nos motivó aún más. Y luego, contar con el respaldo de instituciones como la FAO o el PNUMA y la oportunidad de canalizar esfuerzos y medidas nos demostró que íbamos en la dirección correcta y que debíamos seguir adelante.

¿Se ha sentido inspirada por alguien? Si es así, ¿qué aspecto de esa persona le ha resultado motivador?

Es difícil hablar de una sola persona que me haya inspirado. ¡Ha habido tantas! En primer lugar, mis colegas en El Salvador, con quienes trabajé en la restauración de humedales, en particular, Jorge Quezada, de quien aprendí muchísimo. Algunos países como Alemania, el Japón y los Estados Unidos me apoyaron enormemente a lo largo de mi carrera, al igual que algunas instituciones como la GIZ, la UICN, la JICA, el Instituto de Recursos Mundiales, entre otras entidades. 

También recibí el apoyo de los Convenios de las Naciones Unidas relacionados con el cambio climático, la diversidad biológica y la degradación de las tierras, así como de nuevos amigos como el Comisionado Nacional de Áreas Naturales Protegidas, con una visión clara y oportuna de cómo proteger los humedales.

El Director General de la FAO, quien con gran previsión diseñó un nuevo marco estratégico para la Organización que articula la mejora de la producción y la nutrición con la mejora del medio ambiente y la vida de las personas, realizó una extraordinaria contribución a la restauración de los ecosistemas y la seguridad alimentaria. 

Pero, sin duda, quienes más me han inspirado son las personas que viven en los humedales. Al igual que los propios humedales, las personas que viven allí son ejemplos de resiliencia, pues pese a disfrutar de los beneficios ambientales que brindan los humedales, sufren las consecuencias de su deterioro y luchan por su conservación. He conocido historias de vida maravillosas de luchadores ambientales infatigables. 

Nunca olvidaré a Doña Juanita, que vivía en el humedal de la laguna del Jocotal. Había llegado a la conclusión de que el humedal había protegido a su comunidad frente a los efectos de un huracán reciente y decidió dedicar toda su vida a conservarlo de la mejor manera posible. Al final, se convirtió en una luchadora incansable por el medio ambiente de la zona. Ella, y muchas otras personas, han sido quienes más me han inspirado. 

En su labor de conservación de los humedales, ¿cuál ha sido el reto más importante al que se ha enfrentado y cómo ha influido esta experiencia en su dedicación para crear un impacto positivo? 

Creo que uno de los retos principales que afrontamos es demostrar a todos los sectores de la sociedad que la restauración de los humedales no es simplemente una iniciativa filantrópica o de beneficencia; al contrario, es lograr que un sector económico se vuelva altamente competitivo y productivo. 
La restauración de los humedales es esencial y central para la sostenibilidad de las actividades económicas, pues asegura la productividad a largo plazo, garantiza la seguridad alimentaria, contribuye a la adaptación al cambio climático y repercute directamente en el bienestar y los medios de subsistencia de la sociedad en su conjunto. 

Otro desafío es la creación de un entorno propicio para facilitar la incorporación de la conservación y la restauración de los humedales en las políticas y planes nacionales de desarrollo, así como en la movilización de recursos financieros. Las medidas de conservación y restauración son urgentes y necesarias si se quiere revertir el alto grado de deterioro del medio ambiente y recuperar servicios críticos de los ecosistemas, lo cual ayudará a reducir los riesgos de desastres, aumentar la capacidad de adaptación y atenuar la vulnerabilidad en los territorios.

Considero, además, que debemos crear una atmósfera de confianza, que permita promover y facilitar una participación mayor y más activa de sectores importantes, a fin de motivar y alentar la plena participación de los diferentes actores, como las comunidades locales, las empresas privadas, el sector público, el mundo académico, los pueblos indígenas y la sociedad en general, en las actividades de conservación y restauración de los humedales. 

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Sun Lili

Lili SUN

Fundadora y Presidenta Adjunta del Consejo de la Mangrove Conservation Foundation (MCF),

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Sibylle Vermont

Directora Adjunta de la Sección de Asuntos Mundiales, la Oficina Federal para el Medio Ambiente

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