Madagascar designa cinco sitios Ramsar nuevos

31 Mayo 2017

Madagascar ha declarado cinco zonas Humedales de Importancia Internacional. El país ostenta ya 20 sitios Ramsar que, en conjunto, abarcan una superficie superior a los dos millones de hectáreas. La diversidad de sus ecosistemas ofrece hábitats para una variedad extraordinaria de especies endémicas y amenazadas. La designación de Sitios fue apoyada por la programa de agua dulce de WWF Internacional y WWF Madagascar.

Zones humides d’Ambondrobe (sitio Ramsar núm. 2300) está ubicado en la costa occidental de Madagascar, en la llanura de la zona baja del río Manambolo en la región de Menabe. Incluye el lago permanente de Ambondrobe, lagos satélites temporales, y ecosistemas de pantanal y bosques de transición.

Alberga a aproximadamente 10.000 ejemplares de aves acuáticas, con grandes cantidades de especies de garcetas y garzas. Es una zona de conservación para especies endémicas y en peligro de extinción, como la garza malgache (Ardea humbloti), la garcilla malgache (Ardeola idae) y el ibis malgache o ibis sagrado de Madagascar (Threskiornis bernieri), así como dos especies en peligro crítico de extinción, el pigargo malgache (Haliaeetus vociferoides) y la tortuga de cuello oculto malgache (Erymnochelys madagascariensis). Entre otras especies endémicas cabe citar lémures, reptiles, anfibios y pequeños mamíferos. El sitio acoge una gran población de zorro volador de Madagascar (Pteropus rufus).

El plan de gestión del sitio establece normas de comportamiento social para armonizar las medidas de conservación entre las comunidades locales y garantiza el cumplimiento de medidas reguladoras facultando a las comunidades para que apliquen sanciones.

Zones humides de l’Onilahy (sitio núm. 2304) abarca un tramo de 75 kilómetros del bajo río Onilahy e incluye los valles, ríos y canales, lagos, cenegales y pantanales adyacentes, así como los bosques en galería de la meseta de Mahafaly y la meseta de Belomotra, a ambos lados del río.

El sitio aporta hábitats fundamentales para gran diversidad de especies animales: hay registrados 27 mamíferos, seis de ellos lémures endémicos, como el lémur de cola anillada (Lemur catta) y el sifaca de Verreaux (Propithecus verreauxi), en peligro de extinción; 56 especies de reptiles, entre ellos cocodrilos, anfibios y dos especies de tortugas de agua dulce; 79 especies de aves, como la garcilla malgache (Ardeola idae) y la garza malgache (Ardea humbloti), en peligro de extinción; y el recién identificado pez sapo Allenbatrachus meridionalis.

Los humedales están amenazados directamente por la expansión de la agricultura e indirectamente por la producción de carbón vegetal aguas arriba, que impulsa la erosión. WWF apoyó el establecimiento de la Zona Protegida y ha ayudado a las comunidades locales, dependientes de esos recursos, a encontrar modos de vida sostenibles alternativos.

El archipiélago Barren (Iles Barren – sitio núm. 2303) se extiende entre 15 y 65 kilómetros al suroeste de la ciudad de Maintirano en el canal de Mozambique, a menos de 500 km de la costa oriental de África. Consta de un gran conjunto de arrecifes de coral, amplias zonas de praderas marinas, manglares, marismas de estuario, dunas costeras y densos bosques subhúmedos. La amplia diversidad de hábitats conservados, sanos y productivos da vida a unos ecosistemas excepcionalmente ricos, que incluyen 39 géneros de coral y 150 especies de peces.

El sitio alberga cinco especies de aves amenazadas, como el pigargo malgache (Haliaeetus vociferoides), en peligro crítico, y la garza malgache (Ardea humbloti) y la cerceta malgache (Anas bernieri) en peligro de extinción. También hay cinco especies de tortugas de mar amenazadas, ocho especies de tiburón amenazadas, la especie en peligro crítico celacanto (Latimeria chalumnae), 13 especies de delfines y el vulnerable dugongo, junto con varias especies de ballenas y rayas.

La organización "Blue Ventures" ha elaborado un nuevo modelo de gestión de pesca en el que promueve los derechos humanos y protege las zonas pesqueras de más de 4.000 pescadores tradicionales en el sitio.

Mangroves de Tsiribihina (sitio núm. 2302), en la región de Menabe, se encuentra en la costa a ambos lados de la desembocadura del río Tsiribihina. Incluye lagunas, bancos de arena, saladares y marismas, zonas pantanosas y tierras secas, además de unas 20.000 hectáreas de manglares (el 8,5 % de los manglares de Madagascar).

En el sitio viven varias especies de fauna raras y amenazadas. Las 44 especies de aves acuáticas registradas suman más de 40.000 ejemplares y hay seis especies de aves amenazadas, a saber, Haliaeetus vociferoides, en peligro crítico; Anas bernieri, Threskiornis bernieri y Ardea humbloti, en peligro; y las vulnerables Charadrius thoracicus y Glareola ocularis. En el sitio también viven el lémur Propithecus verreauxi y el zorro volador de Madagascar (Pteropus rufus), junto con la tortuga carey (Eretmochelys imbricata), en peligro crítico. La deforestación aguas arriba, combinada con importantes corrimientos de tierras aluviales, amenazan con provocar la sedimentación de los estuarios y hasta los arrecifes de coral. El sitio está gestionado por WWF Madagascar, que brinda asistencia para el desarrollo a las comunidades locales a fin de garantizar la gestión sostenible de los recursos.

Lake Sofia (sitio núm. 2301), en la región de Sofia, acoge 36 especies de aves acuáticas, entre ellas cinco amenazadas: Anas melleri y Ardeola idae, en peligro; y Gallinago macrodactyla, Rallus madagascariensis y Tachybaptus pelzelnii, vulnerables. Se han registrado 1.144 ejemplares de especies de aves de pantano, siendo las tres más abundantes Rallus madagascariensis (225 ejemplares), Acrocephalus newtoni (209 ejemplares) y Ardeola ralloides (132 ejemplares). También se han observado en torno a 50 especies de plantas acuáticas y costeras, agrupadas en 41 géneros y 28 familias.

Los pantanos que rodean los lagos se han transformado en arrozales, ya que el cultivo de arroz es la actividad agrícola más importante. Entre las iniciativas de conservación se cuentan restaurar los hábitats fundamentales y mantener su integridad.